SEMINOGRAMA

Seminograma: ¿prueba diagnóstica en infertilidad?

El seminograma, también denominado espermiograma, es el análisis del semen que se realiza para averiguar el volumen, aspecto y Ph del semen y el número, la morfología y la movilidad de los espermatozoides hallados. El seminograma convencional aporta información muy útil sobre el estado funcional del testículo y de las glándulas del tracto genital masculino.SEMINOGRAMA

 

Constituye la principal prueba de laboratorio disponible para diagnosticar la infertilidad masculina, y es utilizada como herramienta de cribado inicial, pero la capacidad de los parámetros seminales es limitada.

 

Para mejorar las características metrológicas del seminograma es importante reducir su variabilidad total, ante este hecho, los expertos han propuesto la creación de variables combinadas y la modificación de los límites de referencia en función de la necesidad de ser usada para cribado o bien como confirmación diagnóstica, pues los parámetros seminales se superponen notablemente entre pacientes fértiles e infértiles, y la sensibilidad (infértiles diagnosticados correctamente) de los parámetros seminales es inferior al 45 % cuando se aplican los límites de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Paralelamente la especificidad estaría entre el 80-90 %.

 

¿Cuándo repetirlo?

Las sociedades científicas no acaban de determinar de manera unánime cual es el número de especímenes que deben analizarse para establecer el diagnóstico seminal.

 

Mientras unas recomiendan confirmar los resultados iniciales en una segunda muestra por lo menos, otros organismos y autores indican que un único análisis de buena calidad es suficiente.

 

El coeficiente de correlación intraclase de muestras repetidas indicaría que un solo seminograma suele permitir suficientemente que el experto tome decisiones diagnósticas y terapéuticas y, aunque los valores medios de dos análisis consecutivos de un mismo individuo suelen ser parecidos, la proporción de especímenes discordantes (que pasan de patológico a normal o viceversa) puede llegar al 40 % de los casos.

 

A ello se une que, para establecer los valores representativos propios de un paciente en concreto son necesarias dos o más muestras.

 

El seguimiento estricto de las normas preanalíticas y la aplicación de métodos consistentes de análisis que mejoren la calidad de los resultados puede reducir la variabilidad del seminograma y mejorar su utilidad diagnóstica.

 

Considerar el número de valores seminales que se desvían de la normalidad o la utilización de variables que integren distintos parámetros, como el total de espermatozoides móviles por eyaculado, permiten un diagnóstico de la fertilidad masculina  más certero que la simple clasificación en función de la aparición de una o más alteraciones en el seminograma.

 

La comunidad científica acepta a priori que los resultados de un solo seminograma podrían ser suficientes para tomar decisiones terapéuticas, pero se recomienda repetir el seminograma si se encuentran alteraciones en uno o más parámetros, o en el caso de precisar establecer los valores representativos de un paciente concreto. También se recomienda repetir el análisis cuando sea necesario corregir los posibles factores de variabilidad que puedan afectar a los diversos parámetros seminales.

 

Un segundo espermiograma estaría indicado cuando la historia inicial del paciente presenta factores de riesgo en el paciente, que pudieran ser causantes de infertilidad, y cuando los valores de los parámetros seminales se encuentren muy cerca de los límites inferiores de referencia (o en la zona intermedia, si se utilizan dos valores de corte), puesto que pequeños cambios en una segunda prueba podrían alterar los límites de decisión.

 

Así los expertos concluyen que el seminograma como método diagnóstico para  la infertilidad masculina no es determinante, aunque algunas de las limitaciones diagnósticas se pueden reducir si se garantiza un estricto control de las condiciones preanalíticas y de los métodos de laboratorio.

 

La evaluación cuantitativa del seminograma, tomando en consideración los distintos parámetros alterados, es mejor que la simple clasificación basada en una única variable.

 

Inicialmente realizar un análisis de una muestra seminal suele ser suficiente para determinar la conducta diagnóstica y terapéutica, pero la comunidad científica recomienda nuevos análisis si se encuentran una o más anomalías u otros factores de riesgo asociados a la infertilidad.