RELACIONES SEXUALES PROGRAMADAS

¿Son útiles las relaciones sexuales programadas? ¿Y los test de ovulación?

Cuando una pareja decide que es el momento de concebir, suele surgir la pregunta de qué es mejor para tener éxito: las relaciones sexuales programadas o las espontáneas. Como tercera incógnita de la ecuación aparecen los test de ovulación.RELACIONES SEXUALES PROGRAMADAS

La evidencia científica indica que una mujer joven con un ciclo menstrual regular es muy probable que ovule y no precisará de más test para confirmarlo.

En la mayoría de las parejas se confirma como suficiente mantener relaciones sexuales cada 2 o 3 días, sin ser necesario realizar test para determinar la ovulación, es más, los estudios y la evidencia disponible, indican que las relaciones sexuales programadas no son más útiles que las relaciones periódicas espontáneas cada 2 o 3 días.

De igual manera se ha determinado que los tests de ovulación tienen una baja fiabilidad.

Aunque en el año 2015 Manders indicaba en sus investigaciones que el periodo dentro del ciclo ovárico en el que la concepción es más probable oscila, aproximadamente, entre los 5 días antes de la ovulación y unas horas después de la misma y que los test de ovulación podrían aumentar la probabilidad de conseguir un embarazo si las relaciones sexuales se programan dentro de este periodo, la hipótesis es controvertida y encontramos otros autores como H.K.A. Snick que indicaron según su experiencia que las relaciones sexuales programadas mediante test para detectar la ovulación no podían recomendarse hasta que no se demostrara su eficacia con ensayos clínicos bien diseñados.

 

¿Qué nivel de fiabilidad tienen los test de ovulación?

La realidad es que la última revisión Cochrane sobre este asunto concluye que no hay suficiente evidencia para llegar a una conclusión sobre la efectividad de las relaciones sexuales programadas atendiendo a un test de ovulación, por lo que la guía británica NICE (National Institute for Health and Care Excellence) indica que es suficiente con recomendar tener relaciones sexuales cada 2-3 días para optimizar las posibilidades de gestación (guía NICE, 2013).

La determinación de progesterona en la fase media lútea es la que presenta una relación coste-eficacia superior para diagnosticar la ovulación, aunque no es preciso realizarla en la mayoría de las ocasiones. Pero en la mayoría de los casos es suficiente con la anamnesis para diagnosticar que una mujer ovula con regularidad.

La guía NICE del año 2013 tampoco recomienda realizar la determinación de la temperatura basal al no poder definir con fiabilidad la ovulación y puede resultar tediosa.

La detección del pico de hormona luteinizante (LH) en orina es otro método para determinar indirectamente la ovulación, pero la sencillez de uso y fiabilidad varían entre los distintos kits comerciales pudiendo haber falsos positivos.

Los cambios en el moco cervical predicen mejor el periodo de mayor probabilidad para la concepción que el calendario menstrual, la temperatura corporal basal o el pico de LH en orina.


Ref. Lo esencial en medicina reproductiva pag. 39