25 Abr REPUTACIÓN DE MARCA Y PRIVACIDAD DE LOS DATOS, DE LA AGENDA AL BIG DATA

Ya se habló de la protección de datos y su importancia en la empresa, para profundizar un poco más es necesario tener en cuenta la privacidad de los datos y su utilidad como herramienta clave en la reputación del negocio. Además, es elemento decisivo para evaluar los esfuerzos de las compañías en la captación y fidelización de los clientes.

La privacidad en la custodia de los datos es decisiva para conseguir la confianza de los clientes o poner en duda su capacidad empresarial, es un elemento más de la imagen y su mala gestión puede no solo acarrear multas de los organismos reguladores sino también provocar la pérdida de clientes.

Hasta hace pocas décadas, las empresas guardaban los datos de sus clientes en listados y agendas, sin prestar excesiva atención a su custodia y confidencialidad. Esta gran cantidad de datos es conocida hoy en día como Big Data, y está presente en todos las empresas y negocios.

Los clientes no eran conscientes de la importancia del manejo de datos y de su privacidad hasta el punto de que ahora, ese celo a la hora de custodiar los datos puede ser decisivo en la relación. Según el estudio The value Exchange, con encuestas a más de 3000 consumidores, el 57% de los clientes dejaría de tratar con empresas que se pusieran en contacto con ellos por vías no autorizadas. Esta creciente sensibilidad sobre el uso de nuestros datos puede garantizar los clientes o espantarles.

¿Qué es el Big Data?

Hay quien sitúa al Big Data en los años 30, cuando empezó a crearse la tecnología necesaria para su manejo, pero será en los 80 cuando se empiece a usar por primera vez el término en artículos sobre marketing.

Big Data es el volumen de datos que inundan cada día los negocios. También denominados macrodatos, ​datos masivos, inteligencia de datos, datos a gran escala, etc.; es tal su volumen, que son necesarias aplicaciones informáticas de procesamiento para tratarlos y clasificarlos adecuadamente.

La importancia de todo ello no radica solo en la cantidad, sino en la calidad de los datos y en su manejo, en lo que las empresas potencialmente harían con ellos, lo que influye a gran escala en decisiones y movimientos estratégicos empresariales.

Cada día se proporcionan datos por muy diferentes vías, ya sean los aportados personalmente, los de los buscadores de Internet, los de los correos electrónicos, las compras online u operaciones bancarias, las redes sociales, los sistemas de reconocimiento de los terminales móviles, etc., que se vierten a todos estos soportes de manera consciente o inconsciente.

El volumen, la velocidad, la variedad, la veracidad, el valor y la variabilidad conforman las llamadas V del Big Data y aportan mayor validez e interés a los datos pues con ellos se pueden analizar tendencias y preferencias importantes a la hora de poner productos o servicios en el mercado a disposición de los consumidores.

Lo importante, desde el punto de vista del cliente es que sus datos se custodien y almacenen de manera responsable, fiable y con la confidencialidad necesaria. ¡¡La reputación del negocio está en juego!!