TELECONSULTA

Atención médica al alcance de todos gracias a la teleconsulta

El uso de las nuevas tecnologías en la relación profesional sanitario-paciente no es algo nuevo, sobre todo en lo que a diagnóstico y tratamiento se refiere; de unos años a esta parte se ha ido introduciendo de manera paulatina en forma también de teleconsulta, pero la pandemia, con su consiguiente confinamiento, aceleraron el proceso de manera marcadísima y la irrupción de la teleconsulta es hoy una realidad que está ya instalada en nuestras vidas, al convertirse en herramienta de trabajo esencial para médicos, enfermeros y otros profesionales durante la pandemia, más si cabe, cuando la incertidumbre sobre la enfermedad, síntomas, consecuencias o tratamiento, están presentes como ha ocurrido con la COVID-19 donde el sistema es incapaz de dar respuesta presencial a toda la demanda.

 

Teleconsulta: qué, cómo y para quién

La teleconsulta, consulta remota o consulta atendida por medios virtuales puede ser un primer contacto para buena parte de las necesidades asistenciales y permite al facultativo una primera aproximación al paciente y su dolencia. Es una forma segura y rápida de evaluar los casos, determinando su alcance y posteriores pasos y permite, además, aligerar el peso asistencial sobre el resto del sistema pues, realiza esa primera valoración que, de ser presencial, podría suponer una sobrecarga.TELECONSULTA

Puede realizarse en forma de llamada telefónica o por videollamada/videoconferencia, lo que podríamos denominar “telepresencia” e implica la interacción médico paciente como si en el mismo lugar se encontraran, pero sin contacto físico y permite también el asesoramiento diagnóstico o terapéutico.

Aunque inicialmente la teleconsulta puede realizarse con cualquier paciente, si es cierto que precisa del acceso a ciertos medios electrónicos y un conocimiento básico de su manejo, por lo que no satisface a todos los pacientes por igual y son más proclives a este tipo de soluciones las personas familiarizadas con esta tecnología.

En este marco podríamos encuadrar la conocida como mHealth, la práctica médica y de salud pública respaldada por dispositivos móviles. Según informa la Organización Mundial de la Salud, los centros de atención médica telefónica, con un 59% y la telemedicina móvil, con un 49%, son las iniciativas de mHealth más populares en el mundo (1).

Teleconsulta y reproducción asistida

La teleconsulta en reproducción asistida puede ser una solución para aquellas visitas que no precisan de una exploración física, permitiendo al médico valorar el estado general y anímico de la paciente, sin necesidad de desplazamiento al centro de reproducción.

La teleconsulta permite hacer un seguimiento personalizado e ininterrumpido de todo el proceso de tratamiento de la paciente de forma cómoda y segura, acudiendo a la clínica solo en los momentos imprescindibles derivados de la necesidad de realizar pruebas.

Esta fórmula permite mantener el trato exclusivo y personalizado con la seguridad, y aunque se utilizó sobre todo en los inicios de la pandemia en nuestro país, cuando fue necesario extremar las precauciones y evitar el contacto físico, se ha convirtió en la solución para poder continuar tratamientos que, de otra manera, se hubieran visto interrumpidos; por ello la teleconsulta en medicina reproductiva es una realidad que promete permanecer en el tiempo.


Ref.1 https://www.who.int/goe/publications/goe_mhealth_web.pdf