ENDOMETRIOSIS CRONICA

Endometritis crónica, ¿cómo descartarla?

No existe una definición unánime de endometritis crónica, aunque el diagnóstico mayoritariamente aceptado es “la infiltración de múltiples plasmocitos estromales endometriales”.ENDOMETRIOSIS CRONICA

Su causa principal es la infección microbiana originada por especies de Streptococcus, Escherichia coli, Enterococcus faecalis y especies de Staphylococcus), especies de Mycoplasma/ Ureaplasma (Mycoplasma genitalium, Mycoplasma hominis y Ureaplasma urealyticum), especies de Proteus, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Gardnerella vaginalis y Corynebacterium. En zonas endémicas, un agente causal es Mycobacterium tuberculosis.

Las nuevas técnicas de secuenciación (NGS) del ADN bacteriano permiten identificar y cuantificar la presencia de casi cualquier bacteria, por lo que se usa como método diagnóstico cuando, ante la sospecha de endometritis crónica, los cultivos son negativos.

La histeroscopia (procedimiento que permite examinar el interior del cuello uterino y útero) ofrece signos indirectos, como hiperemia, micropólipos o edema intersticial endometrial, pero su valor es cuestionado (con pobres correlaciones con la histología o el cultivo) y por depender también de la experiencia del histeroscopista.

Hay una gran controversia sobre la prevalencia de la endometritis crónica, ya sea en pacientes fértiles o infértiles con variaciones que van del 2,8 al 56,8%, lo que impide su aplicación práctica a la hora de tomar decisiones.

Los expertos si manifiestan mayor consenso en la prevalencia en pacientes con fracaso reproductivo, fallo recurrente de implantación y aborto de repetición, aunque no hay muchas evidencias del beneficio de tratar de la endometritis crónica y la repercusión que éste tiene sobre el éxito reproductivo. En general, la endometritis crónica se trata con antibióticos orales en pacientes con fallo de implantación.

 ¿Qué nos dice la evidencia?

La prevalencia de la endometritis crónica en mujeres estériles puede estar sobreestimada; en aquellas que presentan fallo de implantación y aborto recurrente parece haber una prevalencia ligeramente mayor. 

El método diagnóstico más aceptado es la inmunohistoquímica, que identifica las células plasmáticas estromales mediante la presencia de CD138 contadas por unidad de área. 

La presencia de micropólipos o edema intersticial en la histeroscopia podría alertar de endometritis. La forma de descartarla es realizando biopsia endometrial analizada mediante inmunohistoquímica, en la búsqueda de células plasmáticas estromales, o mediante estudios metagenómicos. 

El tratamiento de la endometritis crónica puede mejorar el resultado de la fecundación in vitro (FIV) en pacientes con fallo de implantación. Tras el mismo, debería realizarse biopsia de control, previa a una nueva transferencia embrionaria, para confirmar que la endometritis se ha resuelto.